sábado, 17 de octubre de 2015

BUSCANDO RESPUESTAS

LAS CINCO INCÓGNITAS SOBRE VISITANTES EXTRATERRESTRES CONTESTADAS POR EL PROF. MATEST M. AGREST,  FÍSICO BIELO RUSO, IMPORTANTE CIENTÍFICO E INVESTIGADOR DEL FENÓMENO OVNI

Estudio original de Marius Lleget.


II.- ¿Para que pudo servir tan colosal enlosado?
III.-¿Por que en los alrededores de esta terraza», se encuentran en la actualidad tantas tectitas, o sea,
tan relativamente elevado numero de rocas vitrificadas
IV.- ¿ Por que la destrucción Sodoma y Gomorra,
V.- Como se explica que los primitivos pueblos de pastores, como los caldeos, y otros mas antiguos, hace 10.000 o 15.000 años supieran tanta astronomía?
VI.-Bibliografia

El profesor Agrest, en las acreditadas  paginas de la moscovita Literatournaia Gazetta, planteo cinco inquietantes cuestiones a propósito de esas «terrazas» de Baalbeck.
En primer lugar, se pregunto como y de que manera unos pueblos técnicamente muy rezagados, habían podido construir ese fantástico enlosado, constituido por piedras que pesan cada una 2.000 toneladas.
I.-Ninguna grúa moderna" seria capaz de levantar un peso semejante. Si imaginamos que tales piedras fueron levantadas a base de fuerza muscular, seria preciso pensar en equipos de trabajadores -de forzudos, diríamos mejor compuestos por 20.000 hombres en cada caso, lo cual parece prácticamente irrealizable. o así se nos antoja al menos, a nosotros. Además, (que resistentes cuerdas habrían podido aguantar semejante tiro
II.-: ¿Para que pudo servir tan colosal enlosado?
Que se sepa, el hombre jamás ha construido monumentos «acostados» sobre el suelo. Es una forma de decir, pero no hay otra. Lo normal, es que se levanten lo mas alto posible. o bien, como en el caso de las gigantescas estatuas egipcias del desierto (1os colosos silbantes), o de Ramses en Abu-Simbe1 (en e1 fondo de un corredor para que le diera el sol a determinada hora del dia), los monumentos humanos cumplen con una finalidad mágico-religiosa, cuando no están concebidos para embellecer y ennoblecer el entorno, o bien resultan útiles como señalizaciones y hasta, (por que no?, como calendarios-cronómetros... o lo que usted quiera imaginar. Pero jamás han servido para ser contemplados en horizontal, a no ser que se tratara de pistas y no de enlosados. Pistas de aterrizaje, por supuesto, en una época -como en Nazca (Perú)- en que seria un sueño imaginar que el hombre terrestre hubiese sido capaz de construir artefactos voladores,


 

FABULOSAS PISTAS DE NASCA

III.-¿Por que en los alrededores de esta terraza», se encuentran en la actualidad tantas tectitas, o sea,
tan relativamente elevado numero de rocas vitrificadas, que contienen como en la zona del Mar Muerto, importantes cantidades de berilio radiactivo, como si esos lugares no fuesen terrestres... sino partes del corazon (¡ fantástica sístole-diástole nuclear!) de las misteriosas estrellas gigantes?
En el Líbano y en el Mar Muerto, en épocas distintas, ocurrieron hechos distintos... pero, con una sospechosa «huella»: de los Anunakis, o quienes quiera que fuesen sus misteriosos visitantes estelares.
Es lógico y verosímil sostener esta tesis? Por mucho que nos pudiera costar el aceptarla, aun condicionalmente, hay que reconocer a priori es una buena hipótesis de trabajo.
Hay que añadir que el problema de las tectitas es una cuestión que preocupa bastante a los astrónomos, porque los isótopos de berilio son un millón de veces mas raros en el sistema solar, y que los elementos en la tabla periódica próximos o vecinos, en  la misma, mientras que -como ya sabemos- son muy abundantes en el corazón de las gigantescas estrellas rojas, esos enormes faros cósmicos trillones de veces mayores que nuestro Sol.
Es mas: son estos isótopos dicen las astrofísicos los que alimentan las reacciones nucleares de dichas estrellas.
Por otra parte, el origen de las tectitas continúa siendo un completo misterio. Se trata, a decir verdad, de un misterio impenetrable por ahora a los esfuerzos de la ciencia. De ahí –comenta el profesor Agrest~ “que no sea ninguna exageración imaginar  (en el caso de el Libano y sobre todo del Mar Muerto) que se trate de residuos de la combustión de los reactores nucleares de grandes cohetes espaciales.

IV.-: ¿ Por que la destrucción Sodoma y Gomorra, tal como la relata la Biblia y como aparece en los «Manuscritos del Mar Muerto», recuerda de un modo tan alucinante las descripciones sobre la destrucción de Hiroshima?

Recordemos que la Biblia evoca, en varias ocasiones (en otros pasajes), a

«Los Hombres venidos del cielo» y a que, repentinamente, parten hacia el cielo».

Para e1 doctor Agrest, apoyándose en estos textos y en la documentación tomada in situ (es decir, análisis de las tectitas y del terreno en general), los extraños «visitantes del Cosmos», antes de partir rumbo a un destino desconocido habrían deseado destruir sus reservas de carburante atómico, después de avisar a todos los habitantes de los alrededores para que abandonaran el lugar «en una marcha sin retorno». No sabemos si hasta les invitaron» a una huida precipitada... por aquello que también se lee en las Sagradas Escrituras
: «Los Hombres que, repentina­mente, parten hacia el cielo»...




V.-: ¿Como se explica que los primitivos pueblos de pastores, como los caldeos, y otros mas antiguos, hace 10.000 o 15.000 años supieran tanta astronomía, cuando nos consta que no poseían ni observatorios perfeccionados, ni telescopios gigantes?
Comenzaron efectuando grandes acumulaciones de hechos. Supusieron que los cursos de las estrellas y los sucesos naturales eran regulares y, por lo tanto, predecibles.
A pesar de no poseer instrumentos ópticos, obtuvieron un éxito sorprendente, hasta el punto que la palabra “caldeo” pasó a ser sinónimo de “astrónomo “ y “adivino.
Su gran prestigio se basaba también en la predicción de cambios meteorológicos, la aparición de cometas, los eclipses de Sol y de Luna.
Clasificaron las formaciones de estrellas en constelaciones, doce de las cuales formaban lo que ellos llamaron zodíaco. Decidieron que existían doce señores celestiales, consejeros de los dioses, cada uno de los cuales presidía en un mes a un signo del zodíaco.


Los astrónomos caldeos elaboraron un calendario lunar, formado por meses lunares de 28 días. Para mantener la coherencia con el año solar establecieron ciclos en los que algunos años tenían 12 meses y otros 13.
El observatorio más antiguo de que tenemos noticia es el de la torre o zigurat de Babilonia en el cual los astrónomos caldeos hicieron sus principales observaciones.
Los caldeos fueron genuinos científicos. A ellos se debe la utilización de la medición angular y del sistema especial de 360º con fracciones sexagesimales, un sistema de notable conveniencia el cual todavía utilizamos para expresar divisiones de grados y horas.




“Bueno, esto creemos al menos de buena fe cuando, en una demostración de probidad profesional, consultamos con casi el fervor de un colegial los archivos de la ciencia clásica. Pero  es que ¿lo saben todo, es que lo contienen todo estos archivos oficiales?”


Distingamos: una cosa eran los pueblos pastores un dia  y otra, diametralmente distinta al otro dia .,

La ciencia «infusa» de los sacerdotes y sabios de la Antigüedad (sacerdotes-médicos-astrónomos-adivinos de Egipto; sacerdotes-cosmólogos de Mesopotamia...). Quiere esto decir que los grandes conocimientos astronómicos del hombre primitivo tal vez se desarrollaron paralelamente a una tecnología que hoy nos maravillaría y que, con ciertos visos de probabilidad, no era, no podía ser, de origen autóctono o terrestre, sino que le fue enseñada al hombre por maestros procedentes del espacio exterior.

Si de algún planeta solar o del amplio universo estrellado, esto lo ignoramos. Pero sabemos, en cambio, porque hay constancia de ello gracias a algunos raros y sensacionales hallazgos, que las antiguas civilizaciones también poseían conocimientos científicos y una técnica bastante depurada.

Por lo que me complace recordar que los antiguos egipcios eran, como es bien sabido, unos consumados maestros en el arte de embalsamar y en el de la  cosmética en general, hasta el extrema de que nadie ha podido imitarles en el primero, y de que la «alta moda» y el mas exigente estilo femenino -inc1uida la increíble esbeltez de sus bella mujeres ((no es cierto, Nefertiti?)-, nos invitan a pensar que la Moda, así con mayúsculas, nació hace bastantes milenios a orillas del Nilo.





 



Pero los egipcios no se paraban aquí., Fueron igualmente consumados maestros en cirugía, del mismo modo que los mesopotámicos ya conocían el algebra antes de que la descubrieran los árabes,: el profesor Poidebard, arqueólogo y jefe de una expedición científica cerca de Nínive, años atrás, y para asombro del orgulloso hombre moderno, descifro una ecuación de 8.° grado en una tableta cuneiforme!
(Y que decir de la Eolipila de Heron de Alejandria, de la «paloma mecánica» (al parecer, pura cibernética) de Arquitas d Tarento, de las pilas eléctricas y extraños aparatos, como la maquina de Antikitera... y de la «ciencia infusa» que algunos autores quieren ver en las famosas piedras de Ica (Peru)... y de los extraordinarios zodiacos y monumentos-cronometro de tantos y tantos lugares del planeta, y correspondientes a tantas y tantísimas civilizaciones muy distantes en el tiempo y el espacio?


 

VI.- BIBLIOGRAF1A

Agrest, Dr.: Articulos en «Literatournaya Gazzeta», de Moscu. Bergier, Jacques: Los extraterrestres en la Historia. Col. Otros        Mundos. Plaza & Janes. Barcelona, 1972.
Bergier, Jacques: Los libros condenados. Col. Rotativa. Plaza &
       Janes. Barcelona, 1973.
Berlitz, Charles: Misterios de los mundos olvidados. Col. Libro
       Amigo. Ed. Bruguera. Barcelona, 1974.
Ceram, C. W.: Dioses, tumbas y sabios. Ed. Destino. Barcelona
       14.& edicion).
Charpentier, Louis: Los gigantes y el misterio de los orígenes.
       Col. Otros Mundos. Plaza & Janes. Barcelona, 1971.
Charroux, Robert: Nuestros antepasados extraterrestres. Col Libro Amigo. Ed. Bruguera. Barcelona, 1971.
Diiniken, Erich von: El oro de los dioses (los extraterrestres entre nosotros). Col. Nueva Fontana. Ed. Martinez Roca. Barcelona, 1974.
Diiniken, Erich von: Regreso alas estrellas. Col. Otros Mundos.
       Plaza & Janes. Barcelona, 1975.
Diiniken, Erich von: Recuerdos del futuro. Col. Otros Mundos.
       Plaza & Janes. Barcelona, 1975.
Danyans, Eugenio: Platillos volantes en la Antiguedad. Ed. Pomaire. Barcelona, 1967.
Dole, H. Stephen: Planetas habitables. N. C. 1. Editorial Labor.Barcelona, 1968.
Faber Kaiser, Andreas: ¡Sacerdotes o cosmonautas? Editorial

       A.T.E. Barcelona, 1973.















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