domingo, 22 de noviembre de 2015

«HUMANIDADES DEL COSMOS»

LAS «HUMANIDADES DEL COSMOS»: LOS TRES GRUPOS DE KARDACHEV

Una noticia divulgada con retraso el 13 de abril de 1965 por los radioastrónomos del Instituto Sternberg de Moscu, hada referencia a la posibilidad de haberse detectado un mensaje inteligente emitido por un lejano objeto sideral conocido por las siglas CTA-102.
Aparte de las contradicciones a que posteriormente dio origen dicha noticia, se sabe que los rusos, y particularmente Nikolai Kardachev, trabajando al parecer con ondas de .38 centímetros, descubrieron en la radiofuente conocida por CTA-102 una osci­laci6n peri6dica que se repite cada den días justos, con una disminución del 20 % de la energía emitida a intervalos que siguen en estudio.
EI profesor Allan Sandage, de Monte Palomar, considero que dicho foco emisor es 100.000 millones de veces mas potente que nuestro Sol.
Todas las señales procedentes de CTA-102 fueron sometidas al análisis de los cerebros electrónicos, después de lo cual que­d6 demostrado que esa fuente emisora nos enfrenta con un fenómeno realmente inexplicable, pues que sepamos, hasta la fecha no se conocía en todo el Universo ningún objeto capaz de generar tales ondas de radio, a excepción, quizá, de las galaxias llamadas «compactas» y de los extraños objetos conocidos por «pulsars» (o pulsares), de los que no tratare en este libro por razones de espado y porque un estudio algo detenido de los mismos nos alejada sin duda de nuestro tema.
Centrándonos pues en el caso de CTA-102, yen vista de todo lo que acabo de exponer, no debe sorprendernos lo mas mínimo que los astrofísicos se quedaran absolutamente perplejos. Y de ahí la primera pregunta, que casi suena a dramática en su intensa formulación: ¿Es posible que exista una, llamémosla civilización, capaz de radiar con tan inusitada potencia sus enigmáticos mensajes? Es preciso confesar que no lo sabemos. Pero de todos modos, en el caso de existir una civilización semejante, no podríamos ponernos en contacto con ella a causa del tiempo que han de emplear forzosamente las ondas de radio para cubrir la distancia que nos separa de CTA-102! Dicho de otro modo: si en CTA­102 hay seres superinteligentes, en realidad estos cursaron su mensaje (descubierto en 1965) hace millones de años. o sea, que existían entonces, y hoy, a pesar de la recepción de su mensaje, no podríamos asegurar que continúen existiendo. Por consiguiente, para nosotros serian como si jamás hubieran nacido... excepto para confirmar en pasado (aunque el mensaje lo hayamos registrado ahora, en nuestro presente) su presencia en un lugar del Cosmos. Esto se explica en virtud de la distancia de millones de años-luz que parece debe asignarse al objeto conocido por CTA-I02.
Mas el hecho cierto e indiscutible es que CTA-102, por las razones que fueren, es un objeto capaz de generar ondas de tal potencia que resultan poco menos que inexplicables: y ello es
así, tanto si aceptamos la hipótesis de que dichas ondas han sido generadas por seres inteligentes, como si buscamos una explicación natural al apasionante fenómeno. (Por que? Por la «sencilla» razón de que, según Kardachev, no es todo el conjunto de CT A-I02 el que emite con tan insólita potencia, sino que esta se halla concentrada en un solo y minúsculo punto (o tal vez alrededor de el), como si tales ondas estuviesen polarizadas. De modo que resulta innecesario buscar su explicación en las inten­sas emisiones del hidrogeno interestelar, o de las galaxias «compactas», y existe la sugestiva tentación de pensar que nos hallamos ante las primeras manifestaciones de señales inteligentes que, sin embargo, no podemos explicar fácilmente, en orden al formidable caudal energético que revelan...
A pesar de ello, cabe añadir que en 1964 el propio Kardachev ya llamo la atención del mundo científico sobre CTA-I02, y no fue debidamente escuchado a la sazón. Por entonces, al tratar del periodo de cien dias descubierto por el como pulsación especifica de la citada radiofuente (que todavía no sabemos con seguridad si es galáctica o extragaláctica, aunque parece mas lógico suponer esto ultimo), Kardachev dijo que había estudiado matemáticamente y de acuerdo con las curvas registradas tras la exploración de algunas radiofuentes estelares, la posibilidad de que ciertas emisiones procedentes del Cosmos fuesen de origen artificial, es decir, obra de seres inteligentes. Y, refiriéndose alas eventuales «supercivilizaciones» del espacio, esbozo una interesante teoría sobre los tres grupos que el consideraba como posibles de detectar desde la Tierra. Helos aquí:

       GRUPO I: Civilizaciones cuyo nivel tecnológico seria semejante al que hemos alcanzado en nuestro planeta.
    
     GRUPO II: Civilizaciones que ya hubieran dominado y se sirvieran- de la energía de su sol, o de un potencial energético equivalente al de su sol.

GRUPO III: Civilizaciones que habrían sido capaces de servirse, previo un gran dominio técnico, de recursos y medios energéticos equivalentes a los de toda una galaxia!
El caso de CTA-102, con su colosal energía radiante equivalente a 100.000 millones de soles, es indudable que se acerca mas alas posibles civilizaciones del Grupo III, que a las de los Grupos I y II.
A propósito de ello bastara recordar que una galaxia corriente, como nuestra Vía Láctea, se calcula que tiene un promedio de 100.000 a 200.000 millones de soles, de modo que desde este hipotético punto de vista, el misterioso objeto emisor situado en CTA-102 confirmarla, a priori, los cálculos mas atrevidos de Nikolai Kardachev.
Pero es posible concebir una civilización capaz de dominar la Naturaleza hasta tal punto? Por que no se han descubierto en CTA-102 y en otros objetos, nuevas modulaciones, es decir, una gama mas fina -digamos mas intelectual- en la supuesta red de emisión? No sabemos nada, y solo podemos añadir que nos enfrentamos con un enorme y fascinante misterio.
¿Que hemos de pensar entonces? Y como actuar, que hacer? Pues no cree necesario subrayar que el problema planteado vale la pena de solicitar nuestra total atención. Ahora bien, se trata de un problema solucionable, quiero decir, de un problema a nuestro alcance, apto para una solución humana, o sea a nivel de las posibilidades del cerebro y la ciencia del actual hombre terrestre? El profesor Yosiv Shklovski, en una rueda de Prensa convocada en Moscu, prometió la solución del enigma a base del siguiente plan de trabajo:
---; Confirmación del carácter variable de la señal de CTA­102, estudiando el lejano objeto con otras longitudes de onda.

- Realización de nuevas observaciones sobre la -naturaleza y origen de las señales, procurando precisar su índice de polarización (es decir, averiguar si las señales se originan, como parece, en un punto muy pequeño, cuanto mas pequeño, mejor­,que permitiría situar su foco y demostrar que las señales proceden, no ya del «objeto» CTA-102 considerado en su conjunto, ni tan solo de un punto estelar, sino de una orbita vecina: de un invisible planeta suyo)

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