LAS «HUMANIDADES
DEL COSMOS»: LOS TRES GRUPOS DE KARDACHEV
Una noticia divulgada con retraso el 13 de abril de 1965 por los
radioastrónomos del Instituto Sternberg de Moscu, hada referencia a la
posibilidad de haberse detectado un mensaje inteligente emitido por un
lejano objeto sideral conocido por las siglas CTA-102.
Aparte de las contradicciones a que posteriormente dio origen dicha noticia,
se sabe que los rusos, y particularmente Nikolai Kardachev, trabajando al
parecer con ondas de .38
centímetros , descubrieron en la radiofuente conocida por
CTA-102 una oscilaci6n peri6dica que se repite cada den días justos, con una disminución
del 20 % de la energía emitida a intervalos que siguen en estudio.
EI profesor Allan Sandage, de Monte Palomar, considero que dicho foco
emisor es 100.000 millones de veces mas potente que nuestro Sol.
Todas las señales procedentes de CTA-102 fueron sometidas al análisis
de los cerebros electrónicos, después de lo cual qued6 demostrado que esa
fuente emisora nos enfrenta con un fenómeno realmente inexplicable, pues que
sepamos, hasta la fecha no se conocía en todo el Universo ningún objeto capaz
de generar tales ondas de radio, a excepción, quizá, de las galaxias llamadas
«compactas» y de los extraños objetos conocidos por «pulsars» (o pulsares), de
los que no tratare en este libro por razones de espado y porque un estudio algo
detenido de los mismos nos alejada sin duda de nuestro tema.
Centrándonos pues en el caso de CTA-102, yen vista de todo lo que acabo
de exponer, no debe sorprendernos lo mas mínimo que los astrofísicos se
quedaran absolutamente perplejos. Y de ahí la primera pregunta, que casi suena
a dramática en su intensa formulación: ¿Es posible que exista una, llamémosla civilización,
capaz de radiar con tan inusitada potencia sus enigmáticos mensajes? Es
preciso confesar que no lo sabemos. Pero de todos modos, en el caso de existir
una civilización semejante, no podríamos ponernos en contacto con ella a causa
del tiempo que han de emplear forzosamente las ondas de radio para cubrir la
distancia que nos separa de CTA-102! Dicho de otro modo: si en CTA102 hay seres
superinteligentes, en realidad estos cursaron su mensaje (descubierto en 1965)
hace millones de años. o sea, que existían entonces, y hoy, a pesar de la recepción
de su mensaje, no podríamos asegurar que continúen existiendo. Por
consiguiente, para nosotros serian como si jamás hubieran nacido... excepto
para confirmar en pasado (aunque el mensaje lo hayamos registrado ahora, en nuestro
presente) su presencia en un lugar del Cosmos. Esto se explica en virtud de
la distancia de millones de años-luz que parece debe asignarse al objeto
conocido por CTA-I02.
Mas el hecho cierto e indiscutible es que CTA-102, por las razones que
fueren, es un objeto capaz de generar ondas de tal potencia que resultan poco
menos que inexplicables: y ello es
así, tanto si aceptamos la hipótesis de que dichas ondas han sido
generadas por seres inteligentes, como si buscamos una explicación natural al
apasionante fenómeno. (Por que? Por la «sencilla» razón de que, según
Kardachev, no es todo el conjunto de CT A-I02 el que emite con tan
insólita potencia, sino que esta se halla concentrada en un solo y minúsculo
punto (o tal vez alrededor de el), como si tales ondas estuviesen polarizadas. De
modo que resulta innecesario buscar su explicación en las intensas emisiones
del hidrogeno interestelar, o de las galaxias «compactas», y existe la
sugestiva tentación de pensar que nos hallamos ante las primeras
manifestaciones de señales inteligentes que, sin embargo, no podemos explicar fácilmente,
en orden al formidable caudal energético que revelan...
A pesar de ello, cabe añadir que en 1964 el propio Kardachev ya llamo
la atención del mundo científico sobre CTA-I02, y no fue debidamente escuchado
a la sazón. Por entonces, al tratar del periodo de cien dias descubierto por el
como pulsación especifica de la citada radiofuente (que todavía no sabemos con
seguridad si es galáctica o extragaláctica, aunque parece mas lógico suponer
esto ultimo), Kardachev dijo que había estudiado matemáticamente y de acuerdo
con las curvas registradas tras la exploración de algunas radiofuentes
estelares, la posibilidad de que ciertas emisiones procedentes del Cosmos
fuesen de origen artificial, es decir, obra de seres inteligentes. Y, refiriéndose
alas eventuales «supercivilizaciones» del espacio, esbozo una interesante teoría
sobre los tres grupos que el consideraba como posibles de detectar desde la Tierra. Helos aquí:
GRUPO I:
Civilizaciones cuyo nivel tecnológico seria semejante al que hemos alcanzado en
nuestro planeta.
GRUPO II: Civilizaciones que ya hubieran
dominado y se sirvieran- de la energía de su sol, o de un potencial energético
equivalente al de su sol.
GRUPO III: Civilizaciones que habrían sido capaces de servirse, previo
un gran dominio técnico, de recursos y medios energéticos equivalentes a los de
toda una galaxia!
El caso de CTA-102, con su colosal energía radiante equivalente a
100.000 millones de soles, es indudable que se acerca mas alas posibles
civilizaciones del Grupo III, que a las de los Grupos I y II.
A propósito de ello bastara recordar que una galaxia corriente, como
nuestra Vía Láctea, se calcula que tiene un promedio de 100.000 a 200.000
millones de soles, de modo que desde este hipotético punto de vista, el
misterioso objeto emisor situado en CTA-102 confirmarla, a priori, los cálculos
mas atrevidos de Nikolai Kardachev.
Pero es posible concebir una civilización capaz de dominar la Naturaleza hasta tal
punto? Por que no se han descubierto en CTA-102 y en otros objetos, nuevas
modulaciones, es decir, una gama mas fina -digamos mas intelectual- en
la supuesta red de emisión? No sabemos nada, y solo podemos añadir que nos
enfrentamos con un enorme y fascinante misterio.
¿Que hemos de pensar entonces? Y como actuar, que hacer? Pues no cree
necesario subrayar que el problema planteado vale la pena de solicitar nuestra
total atención. Ahora bien, se trata de un problema solucionable, quiero decir,
de un problema a nuestro alcance, apto para una solución humana, o sea a
nivel de las posibilidades del cerebro y la ciencia del actual hombre
terrestre? El profesor Yosiv Shklovski, en una rueda de Prensa convocada en
Moscu, prometió la solución del enigma a base del siguiente plan de trabajo:
---;
Confirmación del carácter variable de la señal de CTA102, estudiando el lejano
objeto con otras longitudes de onda.
- Realización de nuevas observaciones
sobre la -naturaleza y origen de las señales, procurando precisar su índice de
polarización (es decir, averiguar si las señales se originan, como parece, en
un punto muy pequeño, cuanto mas pequeño, mejor,que permitiría situar su foco
y demostrar que las señales proceden, no ya del «objeto» CTA-102 considerado en
su conjunto, ni tan solo de un punto estelar, sino de una orbita vecina: de
un invisible planeta suyo)
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