jueves, 17 de septiembre de 2015

“ALGUIEN O ALGO METIÓ SU CUCHARA MIENTRAS ESTABA COCIÉNDOSE EL CALDO PRIMIGENIO”.


ALGUIEN O ALGO METIÓ SU CUCHARA MIENTRAS ESTABA COCIÉNDOSE EL CALDO PRIMIGENIO”.

Tomado del libro de Von Daniken

Me encontre con  El Doctor Wilder-Smith.. junto al lago
Thull, para entrevistarme con el,
Doctor en química orgánica;
Con, otorgado por' la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Ginebra; asi como Postgrado, por 1a Escue1a Técnica superior de Ja Confederación Helvetia (ETH) en Zurich.

Entre sus 50 o mas publicaciones científicas ocupa 1ugar   re1evante su conocido libro Mas Origin, Man's Destiny.
Como el profesor" Wilder-Smith es conferenciante invitado a numerosas universidades,

En el curso de los años he conocido a muchos científicos notables y de simpática personalidad, pero pocos de ellos irradian­
 
.~          EI profesor doctor A. E. Wilder-Smith.

una serenidad tan poderosa. un equilibrio como el del profesor Wilder Smlth.
No tiene una gran opinión de las teorías de su colega el profesor Eigen. Y no vacilo en explicarme el porque.
Levogiros y dextrógiros

Lamento tener que conducir a mis lectores por no tan lindo, senderos para. completar la explicacion de mi teoría. Aunque algunos de los conceptos indispensables para tal  no son familiares,.. por  las noticias de la prensa, ello no significa que sea del dominio publico su función. Podríamos decir que son nociones que cuelgan inutilizada. En el bagaje cultural del hombre moderno. Pues no voy a tener mas remedio que desempolvarlas y utilizarlas, por todos los demonios.

“Todas las moléculas, unidades materiales que envuelven muchos átomos como las estudiadas por Stanley Miller, se presentan sin excepci6n alguna en formas dextrógiras y levógiras. Estos sentidos de giro responden a una propiedad que se halla tanto en los sólidos como en los líquidos, gases y soluciones.

De una manera groseramente simplificada, imaginemos una escala de cuerda cuyo extrema derecho superior sea levantado por ia mana derecha, mientras la izquierda toma el extremo izquierdo inferior. Si ahora la mano derecha Le imprime un giro, la escala se transforma en una espiral con vuelta a la derecha, y viceversa: la mano izquierda puede convertirla en una espiral con giro a la izquierda. La escala de cuerda (que en este «ejemplo ilustrativo» representa, poco mas o menos, la estructura de una molécula orgánica) no se ha alterado en su sustancia, que sigue formada por cuerdas de cáñamo y esca­lones de madera, solo que estos y aquellas se disponen ahora en forma de espiral. Vamos a conformarnos con esa explicacion aproximada, porque el explicar los efectos de la estructura molecular con arreglo a la actividad óptica y la polarización de la luz nos aparta demasiado de nuestro tema.
En sus numerosos ensayos de laboratorio, el profesor Wilder-Smith obtiene siempre, asimismo, moléculas dextrógiras y levógiras.
En cambio, es un hecho probado que todas las moléculas que intervienen en los procesos de la vida sobre nuestro planeta son exclusivamente levógiras. Cierto que se conoce la existencia de moléculas dextrógiras, pero se trata de casos excepcionales entre miles de millones de moléculas diferentes que conocemos.
Ahora bien, y ahi es donde le duele: si las cadenas moleculares de los aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos o DNA se hubieran formado realmente al azar, entonces debieron existir en la época primigenia formas moleculares dextrógiras y levógiras. El que ello no ocurriese así, puede atribuirse a la rotación de la Tierra? Seguramente no, porque también los experimentos de laboratorio actuales están sometidos a la rotación mencionada, sin que ello sea causa de formas moleculares exclusivamente levógiras, como ya ha quedado mencionado. En los ensayos se obtienen siempre formas moleculares de ambos tipos. Vaya contrariedad. Resulta que la intervención del azar desaparece del gran escenario donde se representa el drama del origen de la vida: Las moléculas dextrógiras y levógiras jamás podrían combinarse entre si, porque son de efectos dañinos, tóxicos (venenosos) las unas respecto de Las otras por eso la penicilina resulta mortal para las bacterias, las cuales, como la mayoría de los seres vivos, disponen solo de moléculas levógiras. Si al formarse la vida las cosas hubieran ocurrido como se supone, deberíamos tener especies formadas exc1usivamente por moléculas dextrógiras al lado de las constituidas par moléculas levógiras.
Acaso las levógiras se han «comido» a todas las dextrógiras. Imposible, pues ya hemos dicho que
       cada tipo es como un veneno para el contrario.

Dextrógiras, levógiras...menudo lio

Cuando le lei a un amigo las paginas que preceden, me con­testa que no habia acabado de entender el simil de la escala de cuerda. Míratelas manos, le dije. Cada una de tus extre­midades, tomada de por si, tiene una construcción idéntica:
cuatro dedos y pulgar oponible, dispuesto a la derecha en un caso y a la izquierda en otro. Pero, aunque sean iguales, no coinciden cuando se disponen la una sobre la otra; lo que pasa en realidad es que hay simetría pero no igualdad. Pues lo mismo, amigo mío, ocurre con las moléculas. Los aminoácidos de
una misma composición molecular pueden existir en versión de hélice a la derecha o de hélice a la izquierda; aunque la formula química sea la misma, las dos versiones son de «carácter» diferente y también difieren algunas de sus propiedades. Mi amigo aseguro que ahora si lo entendía. jUf!


Modestia aparte, creo que mi actitud ante las teorías es tolerante; es decir que en determinados casos estoy dispuesto a no chocar con esas intervenciones del azar, por otra parte tan abundantes. Pero no importa; las dejo al margen. Sin embargo, cuando la teoría deja extensas zonas oscuras no quiero re­nunciar al uso de mi razón. No quiero ni puedo. Y cuando un destacado científico me señala ese hecho de las moléculas exclusivamente levógiras, me niego a seguir tolerando lo intolerable! El método científico, y esa es mi "fe», demuestra sus teorías por medio de la experimentación. Y por ahora, ningún experimento de laboratorio -¡otra casualidad!- ha logrado producir moléculas exclusivamente levógiras. (Como puede ponerse fuerte la ciencia en este caso, postulando teorías que se ven desmentidas por los resultados de su propia investigación?


«Suena una música en el aire.» Si, la solución se palpa, esta en el ambiente, sentimos estremecerse nuestra piel al contacto con lo sobrenatural.


La ciencia esta al cabo de sus recursos.

Alguien o algo metió cuchara mientras estaba cociéndose el caldo primigenio”.

Aquí no hay azar, ni fantasmas ni milagros que valgan. Nosotros vamos a seguir la pista a ese alguien. Pero antes de ponerle las esposas, nos comportaremos frente al «sospechoso» con una imparcialidad de caballeros andantes. Por un momento aceptaremos que fuesen solo levógiras las moléculas que se encontraron «por azar" para constituir una proteína.

¡No hay probabilidad que valga!

La mas diminuta «unidad» viviente que podamos concebir necesita no menos de 239 moléculas proteinicas  para ser viable. Y a su vez, cada una de esas moléculas esta formada por no menos de 20 aminoácidos diferentes, sin olvidar que se precisa además un considerable numero de enzimas. Y todo ello ha de combinarse, no solo con arreglo a una secuencia determinada, sino además teniendo en cuenta que todo el encadenamiento ha de ser levógiro.

Casualidad sobre casualidad.
                                     
Se ha calculado en 1/10-elevado a la potencia de 123 la probabilidad de que la célula Mas sencilla se forme con solo aminoácidos levógiros. Vale la pena desarrollar este numero que acabamos de escribir en notación algebraica, pues además de resultar entretenido nos permite comprender cuan improbables son estos aciertos casuales:

1/1 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000
000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000
000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000
000 000 000 000 000 000 000 000 000

El juego de las (im)probabilidades se vuelve cada vez mas absurdo.
Si la primera célula, que gracias a tan estupenda casualidad se formo solo con aminoácidos, proteínas, etc., levógiros, ha de encontrar una congenere nacida asimismo en un «medio.. químico levógiro gracias al Gran Hermano «azar», y también formada exclusivamente por macromoléculas orgánicas levógiras, la probabilidad de tal encuentro se ha calculado en: 1/10 elevado  a la potencia 22 117 769 304.
En mi vocabulario no tiene demasiada cabida la palabra imposible. Pero si alguna vez fue preciso usarla, es ahora. Con todo el énfasis. Mientras escribo esto, trato de imaginar plasticamente la cifra descomunal representada en el denominador.

En una linea de mi original mecanografiado me caben 75 letras. Cada pagina consta de 37 lineas, con 10 que llegamos a un total de.2775 letras por pagina. Para expresar la cantidad «en letra», como cuando se rellena un ta1on bancario, digo que en una pagina me caben dos mil setecientas setenta y cinco letras. Cien paginas de original darían cobijo a 277 500 letras, y 400 paginas me permiten ubicar algo mas de un millon. Llegada a este punto, abandono. Porque el ejemplo de las letras y las paginas de libro no me sirve para comprender ni siquiera la monstruosa cifra del exponente, que representa el numero de ceros afilados a la unidad para escribir el denominador ca1culado. «En letra» seran veintidos mil ciento diecisiete millones setecientos sesenta y nueve mil trescientos cuatro ceros. Hay cifras que son inconcebibles para nosotros, los vulgares mortales, y esta es una de ellas. Lo que si se concibe, y de una vez por todas, es que tales improbabilidades, tales acumulaciones de coincidencias, no pueden caber en el marco de una teoría que se pretende científica. Pero la «teoría» de la evolucion es capaz de tragar cualquier enormidad con tal de mantener su vigencia.





* Se encuentran moleculas dextrogiras, por ejemplo, en la penicilina, en el Acido D-glutamico extraido de la capsula de las celulas del mal del bazo, asi como en algunos antibioticos como la gramicidina o la tirocidina



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