domingo, 13 de septiembre de 2015

DOGMA CIENTIFICO


“El Dogma Cientifico”.  
    

La didáctica lógica resulta condicionada y calificada además por las proposiciones "en" y "acerca" que jamás nos llevan a la experiencia directa de lo real.
Los fenómenos que se presentan en la naturaleza distan mucho de ser como los científicos los ven. El hombre se ha ensoberbecido y ha caído en el Dogma científico,
Ciertamente tan  pronto un fenómeno cualquiera es descubierto, de inmediato se trata de califica o rotular con tal o cual termino difícil de la jerga científica y si estos se salen de aquellos patrones de los científicos usan dirán que

 “Esto no existe o no puede existir”.

Los fenómenos naturales en modo alguno son como los cientifistas los ven de acuerdo a sus “patrones” que usan para medir , y determinar la vida con todos sus procesos y fenómenos que se desenvuelve de momento en momento, de instante en instante, y cuando la mente cientifistas la detiene para analizarla, de hecho no solo la altera sino la mata.
Cualquier inferencia extraída de un fenómeno natural cualquiera, de ninguna manera es igual a la realidad concreta del fenómeno. Desgraciadamente la mente del científico alucinada por sus propias teorías y soberbia  cree firmemente en el realismo de sus inferencias.
El intelecto alucinado no solamente ve en los fenómenos el reflejo de sus propios conceptos, sino además y lo que es peor, quiere en forma dictatorial hacer que los fenómenos resulten exactos y absolutamente iguales a todos esos conceptos que se llevan en el intelecto.
El fenómeno de la alucinación intelectual es fascinante, ninguno de esos tontos científicos ultramodernos admitiría la realidad de su propia alucinación.
Ciertamente los sabihondos de estos tiempos en modo alguno admitirían que se les calificase de alucinados.
La fuerza de la auto-sugestión les ha hecho creer en la realidad de todos esos conceptos de la jerga cientifista.
Obviamente la mente alucinada presume de consciente y en forma dictatorial quiere que todos los procesos de la naturaleza marchen por los carriles de sus parámetros.
Son millares los términos que se ha inventado para rotular los fenómenos, más nada saben los pseudo-sapientes sobre la realidad de aquellos.
Como ejemplo vívido de todo lo que estamos afirmando citaremos el cuerpo humano.

En nombre de la verdad podemos afirmar en forma enfática que el cuerpo humano, es absolutamente desconocido para los científicos modernos.
Una afirmación de esta clase podría aparecer como muy insolente ante los pontífices del cientifismo moderno, incuestionablemente merecemos de ellos la excomunión.
Sin embargo, tenemos bases muy sólidas para hacer tan tremenda afirmación; desgraciadamente las mentes alucinadas están tan convencidas de su pseudo-sapiencia que ni remotamente podrían aceptar el crudo realismo de su ignorancia.


Cada órgano del cuerpo humano está controlado por leyes y fuerzas que ni remotamente conocen los alucinados CIENTIFICOS.
Los elementos de la naturaleza son en sí mismos desconocidos para la ciencia oficial; las mejores fórmulas químicas están incompletas; como por ejemplo, H.2.O, dos átomos de Hidrógeno y uno de Oxígeno para formar agua, resulta algo empírico.
Si tratamos de juntar en un laboratorio el átomo de Oxígeno con los dos de Hidrógeno, no resulta agua EN ABSOLUTO, porque esta fórmula está incompleta, le falta el elemento fuego, sólo con este citado elemento podría crearse agua.

La intelección por muy brillante que parezca no puede conducirnos jamás a la experiencia de lo Real.
La clasificación de substancias y los terminachos difíciles con que se rotula a las mismas sólo sirve como parche para tapar la ignorancia.
¿Por qué el intelecto presume de omnisciente?. ¿Por qué se alucina creyendo que las substancias y fenómenos son como él cree que son?. ¿Por qué quiere la intelección que la naturaleza sea una réplica perfecta de todas sus teorías, conceptos, opiniones, dogmas, preconceptos y prejuicios?.  Pues como podemos concluir herramientas como las matemáticas son  solo una aproximación a la realidad.

Los fenómenos naturales no son como se cree que son y las substancias y fuerzas de la naturaleza de ninguna manera son como el intelecto piensa que son pues esto es cuando se cae en “El Dogma Cientifico”, recordemos que todo es de acuerdo al cristal con que se ve.

La Conciencia despierta no es la mente, ni la memoria, ni nada semejante. Sólo la Conciencia liberada puede experimentar por sí mismo y en forma directa la realidad de la vida libre en su movimiento.
Empero debemos afirmar en forma enfática que en tanto existe dentro de nosotros mismos cualquier elemento subjetivo, la Conciencia continuará embotellada entre tal elemento y por ende no podrá gozar de la iluminación continua y perfecta.





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